domingo, 2 de junio de 2013

Te diré primero, el origen de mi nombre

Pacha es Tierra, tiempo, espacio  y Cuti = Cambio, transformación, retorno.

Pachacuti es por lo tanto, cambio de tiempo, transformación de una era, retorno de los tiempos, revolución. Es “Una especie de renacer de las personas que se produce a partir de un fenómeno climático o un gran movimiento social que deriva en una transformación total de las conciencias”.


Yo Inca Cusi Yupanqui, tome el nombre de Pachacuti, para indicar, que yo soy el iniciador de una nueva época de gloria y poder para los Incas. 

Aquí un video de mi historia...



Las diferencias entre mi hermano y yo


Mi nombre al nacer era Cusi Yupanqui, fui hijo del Inca Huiracocha y Mama Runto.



Mi hermano Inca Urco era el preferido de mi padre para asumir el poder.









Pero yo era más valiente, inteligente y maduro.

Las panacas o familias reales me querían a mí.

Cuando los Chancas enviaron sus emisarios al Cuzco, mi padre Huiracocha Inca y mi hermano Inca Urco aceptaron la rendición e inmediatamente huyeron causando la sorpresa de todos.

En ese momento yo Cusi tome en mis manos la defensa del Cusco.
 
En esta página puedes encontrar lago más sobre las panacas: http://es.wikipedia.org/wiki/Panaca

Defendimos el Cusco y derrotamos a los Chancas


Yo Cusi Yupanqui reuní a las etnias vecinas para resistir juntos a la amenaza Chanca, los Canas fueron los únicos que se aliaron a los incas, mientras que los Ayamarcas se aliaron con los Chancas. Las demás etnias esperaron para ponerse de lado del vencedor.
Defendí el Cusco con ayuda de mis amigos y hermanos los generales: Vicaquirao, Apo Mayta y Quiliscachi Urco Guaranga a quienes se les unieron cuatro de mis servidores o criados: Pata Yupanqui, Muru Uanca, Apo Yupanqui y Uxula Urco Guaranga. 
Mis “hermanos” y yo logramos detener la envestida Chanca.

Perseguí a mis enemigos para apoderarme del ídolo o guanca que representaba a Uscovilca y de su unancha (estandarte).
Los chancas, sin su guanca, huyeron hasta Ichopampa. Los sinchi o curacas vecinos que aguardaban se unieron a mí para perseguirlos.

 (En: Historia del Tahuantinsuyo. María Rostworowski. Pág. 49) 




Esta es la historia de cómo mi padre el sol, transformó las piedras en guerreros y así pude derrotar a los Chancas.


De cómo derroté a mi hermano Urco.


Mi segunda victoria fue en Ichopampa, donde conseguí un cuantioso botín y me hice famoso.



Llevé los despojos de los derrotados chancas para que mi padre Huiracocha los pisase, cómo signo de victoria, sin embargo, éste no aceptó y pretendió que mi hermano Urco fuera quien pasase por el botín de los vencidos.

Desde luego me negué.
Urco organizó un pequeño ejército pero no pudo derrotarme, tuve que matar a mi hermano y fue así cómo me hice con el poder.

Preparativos para la fiesta en mi honor



 Numerosas llamas cargadas de ofrendas comenzaron a llegar a la ciudad del Cuzco desde los poblados vecinos e, incluso, desde más lejos. (Coca, hierbas y resinas aromáticas; conchas utilizadas en los sacrificios, así como pimientos y rocotos rojos que serían empleados para sazonar el banquete real).



Conforme se aproximaba el día de la ceremonia, los curacas y nobles confederados invitados hacían su ingreso en la capital con gran fastuosidad rodeados por su séquito. Cada uno de los visitantes traía hermosos regalos en señal de reconocimiento, entre los que podían observarse vistosas andas, queros decorados, suaves mantas, metales preciosos y exóticas plumerías.



Día en que usé la Mascaipacha


Llegado el día esperado, después de que los sacerdotes encabezados por el willac umu hicieran una serie de sacrificios y plegarias, incluyendo la inmolación de niños como parte del ritual conocido como Cápac Cocha, el propio Inca Huiracocha, mi padre,  procedió a colocarme la borla real en la cabeza, desde ese día soy: Pachacútec Yupanqui Cápac Intichuri, es decir, "hijo del Sol que transforma el mundo".



Una vez investido como Inca mi padre fue el primero en rendirme homenaje. Bebió una olla llena de chicha hasta dejarla vacía y luego tuvo que pedirme perdón por haber abandonado el Cuzco en plena guerra.

Pero yo, el Inca Pachacútec, respete siempre el rango de mi anciano padre y como hijo, lo ayudé a incorporarse inmediatamente.





Mi coronación


La historia de mi coronación contada por el cronista Juan de Betanzos.

"...y los tales señores caciques se fueron de allí derechos donde Viracocha Inca estaba y le dijeron cómo Inca Yupanqui los enviaba allí a que viesen en qué era servido, que ellos le sirviesen; y como Virachoca Inca los viese delante de sí y tan gran multitud de señores y de tanto poder, holgose mucho de ello (...). Después de repartirles vasos de chicha y porciones de coca, levantose en pie Viracocha Inca y considerando que pues su hijo le enviaba aquellos señores y ellos tanto le amaban y le querían por señor, que era justo que él asimismo en ello les animase. Les hizo cierta oración, por la cual él de su parte les agradecía lo que por él y por su hijo habían hecho, y que ya sabían (...) que él hasta allí había sido señor del Cuzco, y que se había salido de él por causas que para ello le movieron; y que de allí en adelante Inca Yupanqui, su hijo, había de ser Señor en la ciudad del Cuzco".


Tomado de "Suma y narración de los Incas", cronista Juan de Betanzos.


Esta es la imagen de mi padre, Huiracocha, según
el Cronista Huaman Poma de Ayala.